domingo, 18 de marzo de 2012

Ceremonia de imposición de las insignias de Alfonso X El Sabio


A la edad de 70 años, le fue "impuesta" a Nicolás Massieu y Matos, la insignia de Alfonso X El Sabio. Y entrecomillo la palabra impuesta porque este hombre nunca tuvo especial predilección por este tipo de agasajos. Recordemos que en su testamento renunció a que en su esquela se incluyese el trato de Ilustrísimo que le hubiera correspondido, y como se verán en su discurso, quiere hacer del acto copartícipes al resto de artistas canarios.

Así citaba la "Revista de Historia Canaria" la noticia:

"El viernes 6 de septiembre de 1946 se celebró en el salón de actos del Cabildo Insular de Gran Canaria, y bajo la presidencia del Capitán General de Canarias, el acto de imposición de las insignias de la Orden de Alfonso X a Nicolás Massieu.
Se inició el acto con sendos discursos del Presidente del Cabildo, don Matías Vega Guerra y del Alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, don Francisco Hernández González. A continuación el delegado provincial de Bellas Artes, don Pedro Cullén del Castillo, pronunció un documentado discurso en el que se destacaron las dotes artísticas de Colacho. A continuación, el Capitán General de Canarias impuso las insignias de la Orden de Alfonso X a Nicolás, las cuales habías sido ofrecidas por El Museo Canario.
Habló Colacho al final para dar las gracias a las autoridades y a todos. Un selecto y nutrido público llenaba el salón en su totalidad. En cena íntima se reunieron por la noche.
Finalmente, en homenaje menos oficial y más popular, cenaron los numerosos amigo de Colacho el 14 de septiembre en un acto lleno de simpatía y cordialidad."

Este es el discurso de Nicolás Massieu en la ceremonia de imposición de las Insignias de Alfonso X el Sabio, en el salón de actos del Cabildo Insular de Gran Canaria:

"Excelentísimos Señores, Señores y Señoras:
Sean éstas mis primeras palabras de agradecimiento a las dignas personalidades que con su presencia dan realce a este acto que tanto me honra a la vez que han tenido para mi modesta persona palabras muy encomiásticas. Y a todos vosotros que me acompañáis en este momento, uno de los más emotivos de mi vida. Mi agradecimiento también a cuantos han intervenido en la organización de este homenaje. Por reacio que sea nuestro temperamento a estas consagraciones públicas, preciso es confesar que cuando han sido movidas exclusivamente por el afecto, no podemos menos de experimentar en lo más hondo de nuestro ser, el consuelo intenso que significa sentirnos comprendidos y asistidos, en este afán artístico.
Gracias también muy especiales a S.E. Excelentísimo Señor Capitán General de Canarias, por habernos dignado honrarme colocando sobre mi pecho la preciada insignia de Alfonso el Sabio, con la que el Gobierno me distinguió a raíz de la exposición de artistas de esta Provincia, celebrada en Madrid en el año 1944.
Cuando el Señor Director General de Bellas Artes, Marqués de Lozoya, pasó por nuestra isla, pudo darse cuenta de que entre nosotros latía un ansia grande de realizar obra de arte, y que las diferentes manifestaciones del mismo se hallaban dignamente representadas por artistas que trabajaban con honradez.
Y notó por añadidura un sello peculiar que nos dotaba de cierta personalidad nada despreciable, dentro del maravilloso conjunto del arte patrio. Nació entonces en su mente, el deseo y el propósito de organizar en Madrid una espposición de los más característico, y a su aliento y generosidad, compartido por entidades y corporaciones locales con verdadero entusiasmo y desprendimiento, se debió la realización de aquel certamen, al que concurrimos con nuestras modestas producciones, presididas por doce cuadros que componen esa maravilla de la pintura "El Poema del Mar" creación del genio de Néstor. Tuvimos la honra y el legítimo orgullo de que nuestras obras fuesen expuestas con toda dignidad, en los salones del Museo de Arte Moderno, y recibimos elogios alentadores de los críticos de arte madrileños.
Nada de ello sin embargo, hubiese sido posible sin la alta protección del que se convirtió desde el primer momento que mantuvo contacto con nosotros, en nuestro buen amigo. Y, para remate de tanta atención y delicadeza, se nos concedió la Cruz de Alfonso el Sabio, como la más elevada recompensa a que podíamos aspirar.
Al hablar en plural, lo hago porque estimo que el honor concedido lo fue ala colectividad de artistas de esta Provincia y que, si recayó en mi persona, lo fue solo porque al certámen se aportó el fruto de una vida artística más dilatada.
Tal es mi firme y honrada creencia. Y, por ello, al ostentar este galardón me considero como mero depositario de lo que, por su condición, exige ostentación personal.
En nombre propio, pues, y en nombre de los artistas canarios y de los que conviven con nosotros y con nosotros comparten inquietudes y afanes, gracias otra vez.
Tanto honor nos oblliga a mucho, y por ello debemos comprometernos a no cejar en el empeño de intentar una constante superación, hasta lograr que el nombre de nuestra provincia, sea cada vez más destacado, y engrandecer, si es posible, el de la Patria."

Este texto ha sido extraído del periódico Falange de 8 de marzo de 1946, es cual puede ser consultado "on-line" gracias a la digitalización llevada a cabo por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.






1 comentario:

  1. Buscando información de don Nicolas Massieu me he encontrado con esta página de la cual me he quedado gratamente sorprendido....lástima que la investigación en su dia quedará ralentizada...dando ánimos....saludos cordiales

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